Propiedades
del aceite de argán
Está compuesto hasta en un 80% de ácidos grasos
esenciales (acaido linoléico 50 %, acido alfalinolénico 15 %, acido oleico 12
%, acido araquidónico 1 %, acido gammalinolénico 3 %) y contiene grandes
cantidades de tocopheroles (vitamina E) (casi tres veces mas que el aceite de
oliva) y phytosteroles (D-7steroles). Es
apreciado por su efecto anti-aging por la gran cantidad de antioxidantes y sus
poderes curativos. Además tiene
efectos antiséptico y fungicida.
También hay que reseñar que el primer premio SlowFood 2001 fue concedido a la
Cooperativa Amal de mujeres beréberes de Marruecos que producen aceite del
fruto del árbol de argán. Gracias a la cooperativa, se ha vuelto a producir
este aceite que es muy apreciado en la cocina marroquí y los bosques de argán
que estaban siendo talados irresponsablemente han vuelto a reforestarse.
Los dermatólogos recomiendan el aceite de argán porque
alivia las quemaduras del sol y para combatir enfermedades dermatológicas como
la neurodermitis y la psoriasis.
En la cosmetología moderna se aplica el aceite de
argán en la piel por su efecto regenerativo . Científicos franceses de la
universidad de Metz han podido probar que el aceite provoca un rejuvenecimiento
de las células. Según el médico alemán Dr. Perter Schleicher basta con tomar
dos cucharitas al día para disfrutar de los efectos curativos de este aceite.
Existen dos tipos de aceite. El aceite natural,
prensado en frio y el tipo “bereber” que es prensado en frio de semillas tostadas.
Esta variante es muy apreciada en la “nouvelle cusine” por su excelente sabor a
nueces.
La extracción de éste aceite es totalmente artesanal, no existen fábricas para su
extracción industrial. Cien kilos de fruta madura se componen de 50 litros de
agua, 22 kg de pulpa seca que aprovecha el ganado, 25 kg de cáscaras que sirven
para el fuego y tan sólo 3 kg de pipas, de donde se extrae el aceite con un
método realmente artesanal y neolítico.
Cada hueso se tiene que partir, tarea que realizan las
mujeres y los niños, y contiene 3 pipas del tipo de la de calabaza. Éstas se
tuestan hasta que comiencen a ennegrecer, se machacan y se muelen en un rústico
molino de piedra, hasta que una miel opaca y espesa empieza a chorrear por la
boca del molino. Tiene la consistencia de una crema de sésamo. Durante una
semana descansa en un lugar fresco y oscuro hasta que se seque.
Las mujeres van formando bolas que van apretando hasta
que empieza a escurrir poco a poco aceite de ésta pasta semiseca. El aceite es
ligero y transparente, más ligero y digestivo que el de oliva, de color marrón
claro y sabor fuerte y agradable.
Tiene muchas cosas en común con el aceite de oliva, pero es más estable que este y más rico en vitamina E, con un alto contenido en ácido
linoléico, ácido graso esencial
es aconsejado para reducir la tasa de colesterol y prevenir enfermedades
cardiovasculares. También se utiliza en casos de esterilidad masculina y
femenina y cuando hay peligro de aborto. Existen populares preparados
fortalecedores y tonificantes para niños, personas débiles y convalecientes,
que usan como base éste aceite
Posibles propiedades
anticancerígenas
Científicos gaditanos y marroquíes trabajan en un
proyecto de cooperación cuyo objetivo es analizar las propiedades
anticancerígenas del aceite de argán.
El objetivo de este estudio, en el que participa un
equipo integrado por unas veinte personas de ambas Universidades, es determinar
si el aceite de argán tiene propiedades anticancerígenas. Para ello, trabajan
con extractos químicos del aceite. Una vez purificados, aplican estos
componentes a los cultivos celulares tumorales con el fin de estudiar su
reacción y su posterior comportamiento. En función de los resultados in
vitro, estos científicos diseñarán un modelo experimental en ratas con
tumores malignos, comprobando el efecto antitumoral in vivo.
Las hipótesis propuestas en la investigación se
encaminan a conocer si el consumo de ese aceite tendría un efecto preventivo
sobre los tumores más frecuentes, tales como los cánceres de mama, pulmón y
colon. “El 50% de los hombres y el 35% de las mujeres en Europa son obesos. Por
lo tanto, cuanto más excedida de peso está una persona, mayor es su riesgo de
padecer ciertos tipos de cáncer. La obesidad es responsable de 35.000 nuevos
casos de cáncer cada año en Europa. En concreto, la obesidad, aumenta en un 40%
los riesgos de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas. En el tejido graso se
producen reacciones bioquímicas que activan sustancias promotoras de cáncer.
Evitar el exceso de peso debería ser una de las bases
de la prevención de enfermedades crónicas en las sociedades modernas”, matiza
Juan-Bosco López.
El control del peso a través de la dieta y el
ejercicio físico son dos pasos necesarios con los que, según el investigador de
la UCA, se podría evitar un gran número de nuevos casos de cáncer. “Con el
cáncer de colon ocurre lo mismo. Con una dieta rica en grasas, la vesícula
biliar lanzará más bilis al colon, siendo las sales biliares promotores
tumorales. Además, estas sales, segregadas en exceso, pueden facilitar la
absorción de carcinógenos ingeridos por la dieta”.
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